Felicidades amor mío

¡Buenos días loquita! ¿De verdad pretendías que dejara pasar este día sin hacer algo diferente? Pues te equivocabas amor. No tenía muy claro qué presente regalarte... o quizás sería mejor decir que no me decidía de entre una amplia lista de posibles regalos. Al final me decanté por hacer un regalo inmaterial, que te aportara una sensación agradable y familiar... y hacerlo mediante un buenosdiasloquita un poco enrevesado me pareció genial. Además, sale más barato ;-)

Han pasado muchas cosas desde esa tarde de fina lluvia. Las hemos repasado muchas veces en correos y conversaciones (siempre demasiado cortas) y muchas más en nuestras cabecitas locas. Aquel día pensábamos que todo era un simple juego y que lo íbamos a tener todo controlado. Pero pronto vino un "no te asustes, pero te quiero" seguido de un "pos ya ves que no me asusté"

A veces pienso que es una lástima que ya tengamos cierta experiencia y eso nos haga ir con pies de plomo y decirnos el uno al otro "no nos engañemos, esto puede cambiar de un día a otro, la vida no es tan simple..." Porque tener una edad más tierna y pensar que no hay nada en el mundo que pueda con nuestro amor y que estamos seguros de que va a durar siempre... sería tan, tan bonito...

Ayer tarde, durante nuestro paseo, recordábamos lo torpe de nuestro proceder ese primer día. Hay miles de formas de declararse amor, de empezar una relación, pero casi nunca sale como en las películas. En las películas toda declaración es perfecta, no sólo en el fondo (que siempre es perfecto), sino también en la forma. Las películas de amor no son de mis favoritas, aunque también te digo que no soy fan de un género concreto. Soy fan de películas, sean del género que sean. Pero hay una película, que tuve la suerte de ver por primera vez en el cine, que se llama Love Actually y que me encantó.

De esa película, que tiene muchas historias de amor, hay dos que me gustan especialmente. Una es la del cantante y su mánager (es una historia de amistad... que suele durar más que el amor) y la otra la del publicista que está enamorado de la mujer de su mejor amigo. Siempre he sentido debilidad por las historias en las que hay un "imposible". Durante la película, el hombre no puede más y decide declararse sin esperar nada a cambio. Y lo hace de una forma muy bonita.

El día 26 de enero del año pasado me hubiera gustado tener la gallardía e imaginación para hacer algo parecido. Pero bueno, como uno es como es, no me salió tan bien... pero el mensaje te llegó, cariño. Para acabar te pongo el vídeo de la escena a la que hago referencia. Son dos minutos mágicos. Como mágica eres tú, loquita.

No quiero que me quiten tu hechizo.

Si no puedes verlo desde youtube, prueba aquí

Y si por aquí tampoco puede ser, inténtalo aquí: Love Actually

Te quiero...